Alimentos que son buenos para el hígado: qué son y por qué comerlos

:23 Maggio 2023

Il hígado es una glándula, la más voluminosa de nuestro cuerpo (pesa unos 1000-1500 gramos), conectada al sistema digestivo y irrigada por dos grandes vasos: la arteria hepática y la vena porta. Está formado por muchas células llamadas epatocito y son estas células las que realizan todas esas funciones que hacen del hígado una especie de "laboratorio metabólico". Por tanto, el hígado es un órgano muy complejo debido a las numerosas funciones que realiza.





Alimentos que son buenos para el hígado: qué son y por qué comerlos
  • Produce bilis, que es esencial para la digestión y absorción de grasas en el intestino;
  • Interviene en el metabolismo de las grasas sintetizando los triglicéridos, el colesterol y en el de los hidratos de carbono, liberando glucosa para mantener el azúcar en sangre;
  • Actúa como almacén de glucosa (en forma de glucógeno) y de hierro, cobre y vitamina B12;
  • Produce factores de coagulación como el fibrinógeno y la protrombina;
  • Desintoxica el cuerpo de sustancias nocivas, incluidos los metabolitos de las drogas;
  • Descompone las moléculas que el cuerpo ya no necesita, como la hemoglobina y el amoníaco;
  • Sintetiza proteínas plasmáticas (albúmina) y aminoácidos.

El hígado es un órgano muy delicado. y puede dañarse a consecuencia de infecciones virales que causan hepatitis, abuso de alcohol o drogas que pueden conducir a la cirrosis hepática a largo plazo, pero también el consumo excesivo de grasas y una dieta desequilibrada pueden causar disfunción hepática debido a la acumulación de triglicéridos en el hígado. tejido hepático que conduce primero al hígado graso y luego, con el tiempo, a la esteatohepatitis no alcohólica.

Aunque a menudo no pensamos en ello, es imprescindible para cuidar nuestro hígado empezando por una correcta alimentación y fomentando el consumo de alimentos que favorezcan la salud.

10 alimentos que son buenos para el hígado

Una dieta variada y equilibrada es la base de una vida sana y algunos alimentos, gracias a su contenido en vitaminas, sales minerales y antioxidantes, pueden ayudar al hígado a deshacerse de sustancias tóxicas, previniendo daños y disfunciones. Averigüemos cuál es el alimentos que son buenos para el higado.

1 Cúrcuma: la especia que purifica

La cúrcuma es bien conocida por sus maravillosas virtudes, todo debido a su ingrediente activo, la curcumina. Entre los muchos beneficios también podemos incluir su capacidad para limpiar el hígado porque apoya la actividad de algunas enzimas hepáticas que tienen la función de eliminar sustancias potencialmente tóxicas. El consejo es añadir una cucharadita de cúrcuma en polvo a las salsas, sopas o verduras asociándola siempre con una pizca de pimienta negra que mejora la absorción intestinal de la curcumina.



2 Alcachofa: favorece la producción de bilis

La cinarina es la molécula que hace que este vegetal no sólo desintoxicante para el hígado pero también le confiere actividad colerética y colagoga, es decir, favorece la producción de bilis y su liberación para la digestión y absorción de las grasas. La alcachofa también es rica en fibra, potasio, vitamina A y C. No es para perder sus valiosas propiedades preferible tomarlo crudo, por ejemplo, puedes cortar finamente la parte central, que es más tierna, y aliñarla con aceite de oliva virgen extra, zumo de limón y una pizca de sal.

3 Ajo: fuente de compuestos sulfurosos

No todo el mundo lo ama por su fuerte sabor, pero el ajo es un alimento muy importante para la salud del higado. El ajo contiene compuestos de azufre, incluida la alicina y estos, además de ser responsables de su olor típico, también parecen ser capaces de inducir la muerte de las células del carcinoma hepatocelular. Por lo tanto, la alicina podría ser un nuevo agente terapéutico para el tratamiento de células cancerosas.

4 Espárragos: contra los radicales libres

Los espárragos tienen excelentes propiedades nutricionales, son ricos en fibra y son fuente de potasio, vitamina C, carotenoides y vitaminas del complejo B. Los espárragos también contienen glutatión, una molécula con fuertes propiedades antioxidantes que protege las células del hígado de cualquier daño causado por los radicales libres.

5 Té verde: polifenoles buenos para el hígado

Los beneficios del té verde ahora son bien conocidos. Gracias a su contenido en catequinas (polifenoles), el té verde tiene actividades hipolipídicas, termogénicas, antioxidantes y antiinflamatorias que pueden mitigar la aparición y progresión de las esteatohepatitis no alcohólica, o la acumulación dañina de grasa en el hígado.



6 Nueces: un arma contra la esteatosis hepática

Las nueces son una mina de grasas "buenas", vitamina E y ácido fenólico. Todos estos nutrientes muestran un potencial terapéutico considerable en el tratamiento de pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico. En muchos estudios se observó que los pacientes que consumían nueces diariamente tenían una mejora del perfil lipídico, esteatosis hepática e inflamación.

7 Limón para prevenir el estrés oxidativo

El limón, gracias al contenido en vitamina C, protege el hígado del daño del estrés oxidativo. El estrés oxidativo es causado por varios factores (tabaquismo, drogas, dieta inadecuada, etc.). La vitamina C al bloquear los radicales libres previene el estrés oxidativo. Para llenarte de vitamina C puedes beber uno jugo de limon sin azucar. Si no te gusta demasiado su acidez, simplemente dilúyelo con unos vasos de agua.

8 Pescado azul: el antiinflamatorio natural

El pescado azul (anchoas, caballa, pez espátula, bonito etc...) es la mejor fuente alimentaria de grasas poliinsaturadas omega 3, importante para efectos beneficiosos sobre el metabolismo y la inflamación. Estas grasas también tienen un efecto positivo sobre salud del higado porque pueden regular positivamente el metabolismo de los lípidos hepáticos y tienen una acción antiinflamatoria que protege a los hepatocitos.

9 Coles: las carroñeras de toxinas

entre la alimentos que son buenos para el higado también encontramos repollo: coliflor, repollo, brócoli, coles de bruselas no solo contienen compuestos sulfurosos como el ajo sino ayudar al hígado a purificarse gracias a la presencia de isotiocinatos e indoles que favorecen la actividad de algunas enzimas hepáticas responsables de desintoxicación.

10 Diente de león: estimula las funciones hepáticas

Rico en vitaminas, el diente de león es un aliado del hígado por la presencia de sustancias amargas como el diente de león que estimula la producción de bilis y facilita el vaciado de la vesícula biliar favoreciendo la digestión de las grasas. Sus hojas son muy ricas en inulina que promueve el crecimiento de bacterias "buenas" amigas de nuestro intestino. Además de utilizarse como tisana, también se puede consumir en ensaladas utilizando las hojas más pequeñas y tiernas.

Dieta adecuada para la salud del hígado.

A 'dieta sana y equilibrada basada en los principios de la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, alimentos integrales y pescado, junto con un estilo de vida encaminado a reducir el sedentarismo, que nos permita mantener el peso corporal adecuado, es el arma ganadora para salud del higado. No es coincidencia, de hecho, que yo alimentos buenos para el hígado son ricas en: antioxidantes, fibra, grasas "buenas", vitaminas y sales minerales.

Por el contrario, el sobrepeso y la obesidad, el abuso del alcohol, una dieta hipercalórica demasiado rica en grasas saturadas y azúcares simples son perjudiciales para el hígado ya que lo "cansan" y ejercer presión sobre su funcionalidad natural además de ser las principales causas del hígado graso, uno de los problemas hepáticos más frecuentes sobre todo cuando se tiene sobrepeso. Averigüemos qué alimentos preferir y cuáles evitar para mantener el hígado sano.

Alimentos que son buenos para el hígado: qué son y por qué comerlos Alimentos a preferir: Alimentos que son buenos para el hígado: qué son y por qué comerlos Alimentos no recomendados:
Verduras (especialmente alcachofas, espárragos y coles) bebidas alcohólicas en general
Fruta (limón, manzanas etc...) Alimentos fritos y productos de comida rápida
Cereales integrales y legumbres (cebada, avena, habas etc...) Bebidas y alimentos azucarados
Pescado (preferiblemente azul) Carnes grasas
Especias y aromas (cúrcuma, ajo, etc...) Condimentos de origen animal (Manteca de cerdo, mantequilla, etc...)
Frutos secos y aceites vegetales (nueces, almendras, aceite de oliva virgen extra etc...) Salchichas grasas (bacon, salami, etc...)
Agua y té verde Abuso de sal
Leche y yogur parcial o totalmente desnatados Ingesta excesiva de café.
Carnes magras tanto rojas como blancas.

Consejos generales para la salud del hígado

La salud del hígado comienza en la mesa de la cena y continúa con una buena dosis de movimiento. Elegir los alimentos adecuados y en las cantidades adecuadas nos permite no sólo ayudar a la función hepática sino también para mantener el peso corporal adecuado. A continuación se presentan las principales normas de comportamiento y consejos dietéticos para salud del higado.

✓ Controla tu peso

Se sabe que mantener el peso bajo control, considerando que el índice de masa corporal se encuentra en el rango del peso normal, es importante para el prevención de numerosas patologías. Si el peso está por encima de los límites normales, es bueno ir recuperándolo gradualmente dentro de estos límites reduciendo el consumo de alimentos hipercalóricos y prefiriendo alimentos de origen vegetal con bajo contenido energético y ricos en fibra (verduras, frutas, alimentos integrales). cereales, etc...). Algunos estudios de intervención han informado que la pérdida de peso inducida por la dieta puede reducir las enzimas hepáticas y esteatosis hepática.

✓ Moderar el consumo de bebidas alcohólicas

El constituyente característico de todas las bebidas alcohólicas es eletanol, sustancia no esencial para el organismo y en cierto modo tóxica. El hígado es uno de los principales órganos responsables de la metabolización de esta sustancia y su capacidad para transformarla en una molécula no tóxica es limitada. Por lo tanto, el abuso del alcohol puede causar daños, incluso graves, al hígado. El consejo es beber bebidas de bajo contenido alcohólico en cantidades moderadas. (1 copa de vino de 125 ml) con el estómago lleno y sólo si no tiene problemas de peso, si no toma medicamentos, si no está embarazada o amamantando y si no tiene que conducir.

✓ Atención a la calidad y cantidad de grasas

Una dieta rica en grasas puede ser una factor de riesgo para el desarrollo de hígado graso. En particular, un consumo excesivo de grasas saturadas, contenidas sobre todo en condimentos de origen animal como la mantequilla, la manteca de cerdo, etc., puede afectar negativamente al metabolismo de los hidratos de carbono y las grasas. Por lo tanto, siguiendo las directrices de la Sociedad Italiana de Nutrición Humana, todos tenemos que reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10% de la energía diaria (alrededor de 22 g de grasas saturadas por día si tomamos 2000 kcal) mientras que para quienes padecen hígado graso la Asociación Italiana para el Hígado sugiere una ingesta aún más baja, menos del 7% de las calorías diarias (alrededor de 15 g de grasas saturadas para un aporte energético de 2000 kcal). Sin exagerar en la cantidad, son de preferencia las grasas mono y poliinsaturadas, que encontramos sobre todo en los condimentos de origen vegetal, en pescados y frutos secos.

✓ Más fibra y menos azúcar

Aunque pueda parecer extraño Los carbohidratos también son importantes para la salud del hígado.. La recomendación general es reducir la ingesta de alimentos ricos en azúcares simples y por tanto de alto índice glucémico como bebidas azucaradas, dulces, galletas, snacks etc... y preferir alimentos integrales, legumbres, cereales etc... que son más ricas en fibra y por tanto evitan subidas bruscas de azúcar en sangre. Esta recomendación surge de las valoraciones de muchas sociedades científicas que han observado que el índice glucémico parece jugar un papel papel relevante en la patogenia del hígado graso. Además, la fibra presente en los alimentos integrales alivia al hígado de su función de desintoxicación porque reduce la absorción intestinal de sustancias potencialmente dañinas que se eliminan así directamente con las heces.

✓ Actividad física moderada y constante

Además de reiterar la importancia del movimiento contra el sedentarismo, la actividad física beneficia a todo el organismo y también al hígado. De hecho, la actividad física aeróbica constante de intensidad moderada, como una caminata rápida durante 30-60 minutos, no solo nos permite mantener el peso bajo control sino que mejora el control del azúcar en la sangre, aumenta el metabolismo de las grasas y puede reducir la acumulación de grasa en el hígado. Todo esto contribuye a mejorar la salud del higado.

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